La osteopatía es una disciplina que trata las patologías muscoesqueléticas más frecuentes (artritis, tendinitis, lumbalgia, dorsalgia, cervicalgias, esguinces cervicales...) o también incluso en casos ginecológicos, urológicos, neurológicos, de migrañas, vértigos, etc.
También cabe destacar los buenos resultados que puede llegar a tener incluso en niños y bebés con patologías tales como tortícolis, alteraciones del sueño, escoliosis, estreñimiento, etc.
El tratamiento osteopático antes y después de una cirugía
Gracias a los tratamientos de osteopatía estructural e integral, se consiguen recuperaciones mucho más rápidas de lo que cabía esperar. Por eso es recomendable destacar la gran importancia de someterse a tratamientos de osteopatía antes y después de una intervención quirúrgica.
Antes de la cirugía
Se procede a la preparación de los tejidos para vascularizarlos y flexibilizarlos y liberarlos de cualquier tipo de tensión. De esta manera, durante la cicatrización, el tejido que se forma tiene mucha más calidad, de modo que se acelera y mejora la evolución del paciente.
Después de la cirugía
Se lleva a cabo el cuidado de las cicatrices, evitando que se adhieran o se retraigan.
Los diferentes tratamientos de osteopatía
La osteopatía tiene tres tratamientos diferentes, el estructural, el visceral y el craneal. Cada uno de ellos se dirige especialmente a unas patologías en concreto.
El tratamiento estructural, por ejemplo, se dirige a los trastornos de las estructuras de los huesos, de los músculos y de las articulaciones. El tratamiento visceral está más enfocado a diferentes órganos como los riñones, el estómago, el hígado...
Si necesitas un tratamiento de osteopatía estructural o integrativa, ponte en contacto a través de email o por teléfono.
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